Pensando en la seguridad de Kasca, Guts partió hacia Elfhelm, la pacífica tierra natal de Puck. En medio del camino, volvió a encontrarse con Isidro, Farnese y Serpico. Al darse cuenta de que él solo no podría proteger a Kasca, Guts los aceptó como acompañantes. Luego, camino a la ciudad portuaria de Vritanis todos entraron en un bosque en el que conocieron a Flora, la bruja, y a su aprendiz, Schierke. La sabia Flora les habló sobre el mundo astral y el mundo material, sobre los demonios y la magia, y luego les pidió que ayudaran a un pueblo cercano con los constantes ataques de troles que habían estado sufriendo. Ahí, comenzó una batalla entre Guts, sus compañeros y los troles