La lealtad es una de las virtudes más raras de hallar, por ello, cuando Itto Ogami se encuentra con un hombre virtuoso, decide cambiar sus planes. En cambio, los Cazadores de Ciervos son otra clase de seres, a quienes un ronin no impresiona demasiado porque el engaño los ha convertido en algo deleznable. Luego, una antigua diversión, que tiene que ver con la crueldad y con la muerte, obliga a Daigoro a ver una cara terrible del mundo: los animales están a merced de los humanos. Por último, Itto se recupera de un terrible enfrentamiento y Daigoro debe sobrevivir al hambre y al peligro que corre un pequeño niño solitario.