Tras suspender constantemente los exámenes de acceso a la universidad, a Keitaro Urashima no le queda más remedio que irse a vivir en la posada de aguas termales que su abuela regenta. Sin embargo, al llegar, descubre que el sitio ha sido reformado y ahora es un dormitorio femenino conocido como Apartamentos Hinata. Los hombres están prohibidos y él solo puede vivir allí si se queda a trabajar en reemplazo de su abuela. Es así como Keitaro termina compartiendo sus días con un grupo de chicas que viven allí, con la más variopinta gama de personalidades extremas.