El Dios de los Susurros logró dominar el mundo mediante los deseos y ambiciones de los seres: todos tenían un precio y todos fueron comprados, excepto los Osidis, quienes se marcharon para vivir en paz y lejos de los susurros; pero fueron encontrados por el Rey de Lodo. Zebadiah Osidis, el patriarca de la familia, es asesinado, y Adam Osidis no está dispuesto a poner en peligro a su esposa y a sus hijos por no escuchar la oferta del Rey de Lodo. Adam emprende el viaje sin saber si podrá resistirse a la oferta del Dios, cargando el peso de un secreto, y con el destino de su familia en sus manos.